Mucha gente dice que estoy loca. Y no, no lo niego, lo estoy. Me gusta escalar hasta lo alto de una montaña sin arnés ni casco. Me tiro desde los acantilados más cercanos a mi casa sólo para pasar un momento de adrenalina. Camino siguiendo las líneas de la carretera sin mirar si vienen coches o no. Visto extravagantemente y hago cosas que muchas otras no tendrian narices de hacer ni en cien años. Digo las cosas a la cara, aunque a veces me juega malas pasadas. No soy de ésas que se contiene hasta explotar. Yo exploto sin contenerme ni lo más mínimo. Tengo mucho genio. Y mi vida consiste en la ley de: "Poco que ganar, mucho que perder". Pero, ¿y si gano?
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