14 de julio de 2011

Me gustaría volver a abrazar a mi osito la próxima vez que sueñe con monstruos. Me gustaría volver a hacerme la dormida para ver cómo mi madre me arropa cuando hace frío. Me gustaría volver a columpiarme para poder sentirme más libre que nadie. Me gustaría volver a la época en la que nos peleábamos por coger el lápiz de cera rosa. Me gustaría pero no puedo. Ya es tarde. Por eso te digo, que si tienes la oportunidad, corre como nunca has corrido y salta hasta conseguir ser el niño más feliz del mundo. Porque la infancia se vive una vez en la vida. Aprovéchala. Te doy consejo como la niña que intentó ser mayor antes de tiempo.

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